La vida entre fantasmas
14-06-2024Por: Melina Ayude
Una serie de ideas sobre la relación que tienen un padre y una hija, a partir de La mujer fantasma, la última obra de Mariano Tenconi Blanco. La producción es interpretada por las actrices españolas que integran la compañía T de Teatre.

Escribir este texto sería mucho más fácil si mi papá estuviera muerto. De esa manera, solo existiría el miedo a que aparezca a la noche, me tire de las patas y me deje una anécdota sobrenatural. Pero no, en cualquier momento puede aparecer – y desaparecer – en la pantalla de mi celular con la energía de un fantasma: de manera repentina, imposibilitado de interactuar físicamente y atrapado en algún lugar hasta que resolvamos nuestros asuntos pendientes.
Pienso en mi papá y en los fantasmas porque hasta el 23 de junio Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla y Àgata Roca, actrices de la compañía catalana T de Teatre, protagonizan diez únicas funciones de La mujer fantasma en el Teatro San Martín. La obra escrita y dirigida por Mariano Tenconi Blanco narra la historia de cuatro maestras de los años 70 atravesadas por la nostalgia, con una vida rutinaria pero paradójicamente muy intensa. Pensamos que estamos viendo una obra sobre corazones rotos, amores lésbicos prohibidos, una madre muerta y un brote psiquiátrico hasta que irrumpen en el teatro de la escuela cuatro mujeres fantasmas y las vidas de estas maestras se entrelazan.
En La mujer fantasma Tenconi se luce creando personajes femeninos. Construye sus personalidades, sus diálogos y la cadencia de su voces logrando que sean dramáticos, tiernos y cómicos al mismo tiempo. A modo de prólogo y epílogo, aparece la voz en off de Elisabet Casanovas que nos hace reflexionar sobre qué es el teatro y para qué sirve: ¿Para educar? ¿Para entretener? ¿Para nada?
Para encontrar alguna respuesta, sin que nadie me la pida, intento pensar en la primera obra de teatro que vi, pero no la recuerdo. Sin embargo, recuerdo diálogos perfectos de obras como Made in Lanús y Venecia. Mi papá era (¿es?) actor y director de teatro y cuando era chica pasé horas y horas viendo ensayos y todas las funciones de sus obras. También fue el que me anotó en un taller de teatro en la Biblioteca de Los Polvorines y quien me buscaba a la noche en Munro cuando me pusieron en un elenco estable.
Vimos juntos un montón de obras, la mayoría recomendadas o de sus amigos. Pero lo que más nos divertía era encontrar una random en Alternativa Teatral y probar suerte. De esa manera, vi cosas aburridisimas y obras maravillosas que me marcaron para siempre y que, de alguna manera, definen lo que me gusta ver y lo que no también.
Salgo del San Martín con mi amigo Imanol y pienso que todos deben tener su fantasma cuando ven una obra. Nadie llega al teatro solo. Ima me contó que empezó a ver más teatro cuando lo llevé a ver La vida extraordinaria, también de Tenconi. Tal vez yo soy su fantasma y La vida… le marcó qué le gusta ver o no en una obra. Y tal vez en algún momento de la obra -o antes o después-, se acuerda de mí.
Me gusta esa frase que dice que hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos. Pero al mismo tiempo, no estoy tan de acuerdo. Algunos vivos, al igual que algunos muertos, te interrumpen cuando menos te lo esperas y te generan o te reviven un trauma.
Entonces, ¿para qué sirve el teatro? Tal vez solo para acordarme de mi papá, tres días antes del Día del Padre.
La mujer fantasma
Dirección y dramaturgia: Mariano Tenconi Blanco.
Intérpretes: Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla, Àgata Roca.
Funciones en junio: Jueves 13 y viernes 14 a las 20.30 horas.
Sábado 15 a las 17.30 y 20.30 horas. Domingo 16 a las 20.30 horas.
Martes 18 y miércoles 19 a las 20.30 horas.
Sábado 22 a las 17.30 y 20.30 horas. Domingo 23 a las 20.30 horas.Teatro San Martín.
Foto de portada: Marcelo Canevari. “17 fantasmas”. Oleo sobre tela.