Vida cotidiana

Esto es una nube de Berdad

17-12-2024

Por: Sofia Böhtlingk

Un pequeño comentario sobre una pequeña obra hecha por una niña. Un error de ortografía y la posibilidad de resignificarlo.

Esto es una nube de Berdad

La hizo Nina cuando tenía ocho años. Dijo que era de esos algodones que tienen algunos árboles y pensó que era una nube que se había caído.

No pesa nada y la cinta está pegada a los pelitos exteriores del algodón. Me gusta que tenga la forma de una espiral helicoidal alrededor de un gas. Creo que esa forma dibuja cualquier proceso y ofrece más posibilidades que una línea recta. Igual la línea recta me encanta, más todavía después de las teorías atómicas o de geometría no euclidiana donde dos paralelas sí se juntan. Además, esa forma hace que veamos solo unas palabras de la oración, “esto” o “nube”, por ejemplo, y podés aislar las palabras de la frase.  Igual, les creo mucho a las palabras ordenadas, una tras otras formando una oración, pero cuando ves una sola palabra, u otra, son como individuos.

Pero lo que más me gusta, es la B de Berdad. No importa si no sabía escribirla. Esa letra que repite la B de nube, haciendo que suene de otra manera, la verdad escrita con sus B, D, D, se convierte en una nube. Esta verdad es una nube. Transformándose, cambiando de estado y de forma, casi invisible y contundente. Que ganas de hacerle más eso al lenguaje, que es eso de los errores.

Cada oración puede ser unx individux con sus necesidades y deseos, cambiando las letras y el orden según en que lugar del espiral helicoidal están. “Cada oración está bien en su lenguaje tal como está”, escribió Wittgenstein. Creo que todavía no llego a entender bien qué quería decir. Pero me gusta que aparezca la oración y que aparezca “está bien tal como está” y que aparezca “en su lenguaje”, el lenguaje de cada oración.