Literatura

El mundo enredado

30-08-2024

Por: Gaia Gordin

Reseña del último libro de Tilsa Otta, la poeta y artista peruana que reflexiona sobre la relación del mundo y la tecnología.

El mundo enredado

Tilsa Otta es una poeta peruana nacida en 1982 en la ciudad de Lima. Se formó en dirección de cine, fotografía y realizó  un máster en videolab de creación audiovisual. Escribió varios libros de cuentos y poemarios. Hoy les traigo unas palabras sobre su último libro de poemas: Dos pequeñas islas mirándose, publicado en Argentina por la editorial Mansalva en 2023. 

Tilsa escribe poesías sobre la actualidad. Sobre los tiempos locos que estamos viviendo. Escribe sobre la inteligencia artificial. Trata a las conexiones entre seres humanos como si fueran el modelo que fue tomado para crear las conexiones submarinas entre fibras ópticas.

Escribe sobre un mundo donde la tensión entre soledad– no soledad involucra también a los aparatos. 

Por qué te fuiste?
por qué se fue internet?
es esto la soledad?
ya no lo sé

Leer el libro de Tilsa me dejó la sensación de haber presenciado a alguien pensar desde un avión, mirando el mundo con un sobrevuelo observador. Alguien que mira con preguntas. En momentos del libro es como si ese yo poético, desde el aire, decidiera lanzarse con un paracaídas e insertarse en la compleja trama del mundo. Tratando de comprender pero con la certeza de ya estar comprendiendo. La escritura de Tilsa me deja la sensación de que dar una clave para la actualidad se trata de lanzarse a buscarla en el afuera. 

Las generaciones mayores no lo entienden
insisten se enojan
y a lxs inventores del teléfono les costaría creerlo:
ya no usamos ese aparato para responder llamadas
sino para leer poemas
oh telefonistas eternas!
nos conectan con la fuente de poder
el silencioso diálogo interior universal
que nunca cuelga

En este pequeño poema sin título se esconde una clave: si utilizamos las tecnologías con particular naturalidad para leer poemas (más de uno de nosotros ha visto en lecturas de poesía ao vivo, cómo los recitantes leen desde sus celulares en lugar que de un papel), ¿por qué no incorporar a los teléfonos dentro de los poemas? ¿por qué no hacer de ellos un tema, una excusa para escribir? 

Como poeta, cada vez que pienso en incluir en mi escritura palabras del vocabulario de la tecnología, siento una fuerte resistencia. Como si estuvieran en boca de todos, todos nos sirviéramos de ellas, pero fueran algo muy lejano al arte. Leer el libro de Tilsa me impulsa a derribar esa barrera imaginaria. Ella utiliza, entre otras, estas palabras: internet, captcha, datos, mail, videollamada, roaming, robots, sin escribir precisamente sobre eso. Como un aspecto más que corre al compás de nuestra vida. 

La poesía es el arte de lo cotidiano. Pero, ¿qué pasa cuando lo cotidiano involucra elementos de un nuevo mundo? ¿Elementos que no comprendemos en lo más mínimo, pero que pueblan e invaden nuestro entorno? ¿Quién dice que no podemos escribir sobre ellos? ¿Es el poema el artefacto que integra esos dos mundos, uno de libros amarillentos con olor a húmedo, y otro de pdfs resplandecientes en aparatos pequeños?

Otra cosa que me gustaría señalar del poema citado anteriormente es la idea del diálogo, que atraviesa todo el libro. Diálogo interno, entre personas, entre personas- aparatos, entre la humanidad con su pasado y con la idea de futuro. 

Lista cuando tú lo estés
estaba lista para darte un hijo
nuestra conexión era fuerte
cuando comenzaste a transferirme
el pesado archivo

Tilsa escribe sobre los paralelismos entre las maneras de comunicarse dentro de este mundo y con este mundo. Con la naturaleza. Creo que subyace a este poema y a todo su libro una idea: acercarse a otro implica entender un lenguaje. Un código. Un cifrado específico y único. Una música, una frecuencia. Sintonizar con esas frecuencias para que puedan ser decodificadas en forma de poema implica una real conexión cuyo centro es la sensibilidad. 

Ella se pregunta por la tarea de dar significado y sentido a las cosas. Pero reconoce que esto es tarea puramente humana. ¿Y la naturaleza? ¿Qué rol cumple en todo este embrollo de pensamientos y sentimientos? La naturaleza se ríe. Dos pequeñas islas se miran. Los animales salieron a tomar las ciudades durante el lock down del 2020. Nada más. 

Nanoescritura entrando a mi cuerpo
por mis venas corren ideas extrañas
alteran las funciones de mis órganos internos
me rejuvenece el tratamiento
da contexto a mi taquicardia
quedan algunas frases sin sentido en mi corazón
que dan sentido a mi corazón

¿De qué estamos hechos? ¿De cultura o de naturaleza? ¿Son cuestiones que se ubican en extremos contrarios? Pienso en Perú, el país de origen de Tilsa. La cultura andina. La cultura de la naturaleza. La escritura de la poeta viene a tender puentes entre dicotomías. A perforar convenciones y temas aún no explorados para demostrar que nada está alejado de la poesía. Que la poesía es una manera de mirar. Una manera de encontrar respuestas. 

Por último, me gustaría señalar otra cuestión central que trae el libro. La pregunta por el devenir del mundo. El yo lírico se cuestiona: ¿Cuándo terminará el presente?. Creo que se trata de pensar a el futuro acechante como una sumatoria de todos los presentes que hubo alguna vez. Y pensar a la ficción, la escritura como una herramienta poderosa para describir al mismo tiempo que imaginar el mundo. Para tender puentes. ¿Qué es un puente sino un lugar de encuentro entre dos orillas, entre una isla y otra?

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